Una de la grandes revelaciones de la era de la exploración espacial es la imagen finita y solitaria, de alguna manera vulnerable cargando con la raza humana, a través de los océanos, el espacio y el tiempo.
Carl Sagan comentaba en una entrevista que «Los humanos han estado en este planeta cerca de 1 millón de años, y durante este tiempo las cosas cambiaron extremadamente despacio. La población creció muy lentamente, nuestra tecnología creció y se mejoró por lentos procesos; y sólo muy recientemente hemos tenido un gran incremento, lo que conocemos como exponencial. Es plano por un tiempo y después…boom!, crece la población, la tecnología, la contaminación y crecen nuestro poder para perturbar el medio ambiente… pero somos los mismos viejos seres humanos, los mismos que fuimos hace miles de años atrás….por eso es muy difícil entender que hay una nueva situación, y que nos tenemos que adaptar a ella»
Cuando se aúnan Ignorancia y Poder, es difícil hacer ver a las instituciones que hay opciones de emerger de esta crisis aunque estemos en Spain, donde la ignorancia ha tomado el poder refugiándose bajo las faldas de las grandes empresas.
Pero, en un momento como este la tecnología puede actuar de la mano del método y de la forma de pensar de la ciencia, muy adelantada en pensamientos y conclusiones que empezamos a sufrir en nuestras carnes. Desde Foodtopia insistimos a las instituciones, ayuntamientos y organismos de poder que el cambio de rumbo es necesario, y que ahora es el momento de decantarse por la solución radical que provoque un cambio, una revolución social que ayude a distribuir de forma justa los alimentos que son la base de nuestra vida y que puede ser el factor determinante para acabar en gran medida con la contaminación, la exclusión social, el gasto sanitario insostenible a base de pastillas; y que sea la clave para una nueva era en la que la cultura y la investigación puedan seguir mirando hacia el futuro.
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