En 2006, la ciudad de Oklahoma aparecía en distintos rankings de buena calidad de vida, educación, economía, entre otros. Pero también aparecía en listas que demostraban que sus habitantes tenían uno de los mayores problemas de obesidad del país. El propio alcalde de Oklahoma, Mick Cornett, batalló con un problema de sobrepeso y consiguió rebajar 40 libras (aprox. 18kg). Para mejorar el problema de sobrepeso de los habitantes de Oklahoma, el dinámico alcalde introdujo una iniciativa municipal.