Recetas anticáncer

La comida es responsable del 36% de los cánceres. Pero también es indiscutible la importancia que tiene la alimentación para tratar no sólo en cáncer, sino cualquier enfermedad, así como para mantener la salud. Es algo bien sabido desde siempre y que en el caso concreto del cáncer, la doctora andaluza Odile Fernández, lo ha podido demostrar.

Superó un cáncer cuando los oncólogos estimaban que sólo tenía el 5 por ciento de posibilidades de curación. Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia Fernández preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía –»no hagas nada y come todo lo que te apetezca»–nace su libro ‘Mis recetas anticáncer’, que se publicó en junio y está en su quinta edición.

www.misrecetasanticancer.com

¿Si tuviera que recomendar un único cambio en la dieta, cuál sería?

Huir de la comida envasada y comer alimentos frescos y de temporada. Mira cómo comían nuestras abuelas. Recuperemos la dieta mediterránea tradicional, la alimentación hecha en casa.

¿Por qué dice no a la leche?

En la facultad nos dicen que la leche es buena por el calcio, para la osteoporosis. Pero observemos las estadísticas: donde hay más osteoporosis es en los países donde más leche se consume. La leche no es tan buena. Nos enseñan ese dogma y no nos lo planteamos, pero es antinatural. Para digerirla necesitamos lactasa. La tenemos al 100 por cien cuando somos pequeños, pero a partir de los 6 o 7 años va descendiendo. Estamos concebidos para tomar leche sólo de pequeños, cuando la necesitamos.

¿Qué tiene de malo la carne?

Un alto consumo, sobre todo de carne roja y embutidos, aumenta la incidencia de cáncer, principalmente de colon. La carne no tiene fibra, viene cargada de nitratos, de pesticidas, de omega 6 por el tipo alimentación que llevan los animales. La carne blanca podríamos consumirla con moderación. Pero el problema es que somos hiper-carnívoros: hay gente que toma carne tres veces al día. En la dieta mediterránea original se hacía matanza en Navidad y se tiraba de ello todo el año.

¿Nos recomienda un plato anticancerígeno?

El gazpacho, que es de mi tierra. Lleva tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, pimiento y pepino, todos ellos alimentos anti-cáncer y crudos.

¿Cómo se alimenta ahora?

Procuro seguir la misma alimentación que hacía durante la quimio. Mucha gente descubre que la alimentación influye y víctima del miedo cambia, pero luego vuelve a las andadas. Sin embargo, el cambio hay que mantenerlo en el tiempo.

No recomienda usar la olla exprés, presente en todos los hogares. ¿Por qué?

Porque alcanza los 140 grados, y queremos conservar los fitoquímicos de los alimentos, que se pierden a partir de los 95 grados. Está bien para legumbre y cereal, pero si metes verdura le haces fosfatina.

Recomienda encarecidamente las setas…

En Japón, donde más se consumen, algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario. Permiten que la quimio se tolere mejor.

¿Y de dónde bebemos agua?

Este es un tema muy controvertido. El agua del grifo de Madrid, por ejemplo, contiene muchos tóxicos. Se podrían eliminar si en lugar de filtrar con sales de aluminio, como se hace ahora, se filtrase con filtros de carbono. El agua embotellada no es la solución: es un atentado ecológico.

¿Cuál fue para usted la mayor sorpresa al investigar y, después, escribir este libro?

El poder de los alimentos, de la naturaleza. Cómo contienen fitoquímicos anticáncer, y como algunos medicamentos incorporan fitoquímicos en quimio. La curcumina de la cúrcuma, por ejemplo, o la quimio que se extrae de un alga del mar. Si tiene poder a nivel de laboratorio ¿por qué no tomar nosotros más algas, más cúrcuma, etc? Me sentí engañada porque nadie me hablase de esto, sólo de quimio, de radioterapia.

Pero es lo que a menudo hacen los médicos: en cuanto entras a la consulta tienen lista la receta.

Hay pacientes que si no salen de la consulta con su pastilla creen que eres un mal médico. Pero cada vez más profesionales contamos al paciente lo que puede hacer para prevenir la enfermedad. Los médicos y sanitarios tenemos mucho poder en este sentido. Más medicina preventiva y menos pastillas.

Entrevista de SModa El País

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