El ataque de los pesticidas pasados

Según el estudio publicado en la revista Environmental Health Perspectives el pasado mes de Noviembre, dos plaguicidas están relacionados con el aumento de riesgo de endometriosis. Los dos pesticidas en concreto son el beta-hexaclorociclohexano y el mirex.

Ambos plaguicidas están prohibidos desde hace más de 20 años y sin embargo continúan hallándose en los cuerpos de las personas.  «La moraleja de nuestro estudio es que las sustancias químicas ambientales persistentes, incluso las que se usaron en el pasado, pueden afectar a la salud de la generación actual de mujeres en edad reproductiva con respecto a una enfermedad fomentada por las hormonas», indicó Kristen Upson, autora principal del estudio. Por eso están dentro de la categoría de Contaminantes Orgánicos Pesistentes.

En el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson compararon 248 mujeres que se acababan de diagnosticar de endometriosis con 538 mujeres que no tenían la enfermedad, y hallaron que las que habían sufrido una exposición mayor a dos pesticidas organoclorados tenían entre un 30 y un 70 por ciento más riesgo de endometriosis.

La endometriosis afecta al 10% de las mujeres en edad reproductiva y consiste en que el tejido que recubre el útero crece fuera de la matriz, lo que lleva a sufrir dolor y a la infertilidad en algunos casos. «Para algunas mujeres, los síntomas de endometriosis pueden ser crónicos y debilitantes, afectando negativamente la calidad de vida, las relaciones personales y la productividad en el trabajo».

«Dado que la endometriosis es una enfermedad fomentada por el estrógeno, estábamos interesados en investigar el papel de las sustancias químicas ambientales que tienen propiedades estrogénicas, como los pesticidas organoclorados, en el riesgo de la enfermedad», ha comentado Kristen Upson.

Se ha demostrado que los pesticidas organoclorados, como el DDT, tienen generalmente propiedades estrogénicas en los estudios de laboratorio con tejidos humanos y efectos adversos en otros modelos de organismos, alterando la función del útero y el ovario, así como la producción hormonal. El beta-hexaclorociclohexano y el mirex se han relacionado con otros problemas muy graves de salud como el cáncer de páncreas y el Alzheimer.

La investigadora principal, Victoria Holt, miembro de la unidad de investigación de epidemiología del Hutchinson y profesora de epidemiología en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Washington, afirmó en un comunicado de prensa que «esta investigación es importante, ya que la endometriosis es una enfermedad grave que puede afectar de forma adversa a la calidad de la vida de una mujer, aunque todavía no tenemos una comprensión clara de por qué la endometriosis se desarrolla en algunas mujeres y no en otras. Nuestro estudio es otra pieza del puzle».

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