Ver el futuro a través de los ojos de McDonald’s es lo que se pretende desde la iniciativa llamada «Campus McDonald’s» en el que promueven la formación y el empleo joven, pero ¿a qué coste?…
En consonancia con la adhesión de McDonald’s España a la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el Campus McDonald’s de Formación y Empleo Joven se «sustenta en los principios de responsabilidad social que pretende poner en valor el empleo de McDonald’s y hace trascendente el compromiso de la compañía de orientar a los jóvenes a la hora de iniciarse en el mundo laboral».
El Paraninfo de la Universitat Politècnica de València (UPV) acogió este pasado febrero el Campus McDonald’s de Formación y Empleo Joven, una iniciativa que se comenzaba en Valencia.
Según Alberto Montero (@amonterosoler), hay que ser inmune al sufrimiento social para ir a ofrecerles a los jóvenes que tienen la tasa de desempleo más alta de toda la Unión Europea (a pesar de que su nivel de cualificación es el más elevado que ha tenido la historia de este país) que su futuro laboral puede estar vinculado a una empresa como McDonald’s, paradigma de trabajo precario, de comida insalubre y empresa abanderada de la dimensión alimentaria del imperialismo norteamericano, capaz de arrasar las formas tradicionales de producción de alimentos y de alimentación de comunidades, regiones y países completos.
Este fue el resultado de tan maña y solemne tontería, una respuesta contundente, respetuosa y totalmente responsable por parte de los estudiantes de la UPV, que esperamos sirva para que el Ministerio de de Empleo y Seguridad Social recule con esta decisión de subir al carro del empleo a una empresa como McDonald’s cuyos valores vienen dados por un payaso, que no hace reír sino más bien llorar a gran parte de la población mundial con sus técnicas de producción y distribución.
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